En nuestra residencia de ancianos, la Navidad llegó cargada de emoción y ternura gracias a una maravillosa actuación de los niños/as del colegio. Este entrañable evento, que se celebró con gran entusiasmo, fue un momento muy especial tanto para nuestros residentes como para los pequeños artistas (alumnado), quienes con mucho cariño y esfuerzo compartieron su talento y alegría.

Los niños/as ofrecieron un repertorio de villancicos, y pequeñas representaciones musicales que no solo llenaron el ambiente de música y color, sino que también lograron transmitir el verdadero espíritu navideño: la unión, la esperanza y el amor. Los residentes se emocionaron al ver las sonrisas y el entusiasmo de los niños/as, creando un lazo intergeneracional lleno de magia.

Esta actuación no solo fue un espectáculo, sino una auténtica muestra de cariño y generosidad. Para nuestros mayores, fue un regalo de amor que les permitió revivir la inocencia y alegría de la Navidad, mientras que los niños/as tuvieron la oportunidad de compartir su energía y creatividad con quienes tanto aprecian a “los abuelos/as”.

Este año, el centro se unió en la plaza del pueblo para organizar un mercadillo solidario con un objetivo muy especial: ayudar a los colegios afectados por la DANA en Valencia. Con mucho esfuerzo, creatividad y espíritu de colaboración, nuestros estudiantes, con ayuda de los maestros fabricaron adornos navideños, para recaudar fondos y destinar la totalidad recaudada a la compra de material escolar de aquellos colegios de Valencia afectados por la Dana.

Durante diferentes semanas los niños/as trabajaron con dedicación, creando sus adornos con mucho cariño y amor. Estos adornos, no solo reflejaban el talento de nuestros pequeños, sino también el compromiso con la solidaridad y la dedicación por el bienestar de nuestra comunidad.

El mercadillo, fue un éxito rotundo. Padres, alumnos y docentes nos unimos para apoyar esta noble causa, comprando los hermosos adornos navideños y contribuyendo generosamente.

¡Juntos, hacemos la diferencia!

«Nuestros alumnos/as levantan la voz contra la violencia de género»

Con motivo del 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, los estudiantes organizaron una serie de actividades que involucraron a toda la comunidad. Lecturas conmovedoras sobre la violencia de género dieron paso a momentos de alegría y esperanza con la iniciativa “Ponle una sonrisa a Pepuka” la cual fue un éxito rotundo, demostrando el poder de la unión y la importancia de visibilizar esta problemática. Bailes y canciones llenaron la plaza de energía y esperanza, dejando un mensaje claro:

¡No más violencia de género!»

Nuestros estudiantes emprendieron un viaje inolvidable a través del tiempo y los continentes sin salir del teatro. La obra «La vuelta al mundo en 80 días» nos transportó a una época de grandes exploradores y aventuras, despertando la curiosidad e interés por la geografía, la historia y otras culturas. A través de la música, el baile y la actuación, los alumnos/as pudieron conocer lugares exóticos, personajes fascinantes y vivir una experiencia educativa única. Desde el instante en que se apagaron las luces y comenzó el espectáculo, nos dejamos llevar por la magia del momento.

“Compartir la emoción del teatro con nuestros alumnos/as hizo que el día fuera aún más especial”.

Este año, hemos celebrado Halloween de una forma muy especial, donde los alumnos/as, así como maestros y maestras iban ataviados con diferentes vestuarios relacionados con el día que celebrábamos.

Dimos comienzo con nuestro taller de Slime casero, donde nuestro alumnado pudo dar riendas sueltas a su creatividad, fabricando mocos verdes y pegajosos.

Tras esto, nos dirigimos hacia nuestro photocall tenebroso, donde capturamos una foto de recuerdo de nuestro alumnado. Según se iba terminando, se dirigían al aula sensorial donde tenían que introducir sus manos en una serie de cajas y adivinar lo que estaban tocando.

Terminada esta actividad, nuestro alumnado disfrutó de una experiencia única y escalofriante en nuestra aula del terror, con decoración espeluznante (realizada por los mayores del centro), juegos de luces y sonidos, y muchas sorpresas más, creándose un ambiente de miedo que dejó a todos/as con la boca abierta.

Para bajar un poco las pulsaciones y recuperar fuerzas, hicimos un pequeño parón, donde los niños/as tomaron su merienda de la mañana, mientras los maestros/as pelábamos los famosos calvotes (castañas asadas), que nos facilitó el AMPA para su posterior degustación.

Para finalizar el día, realizamos nuestro escape room, que consistía en superar una serie de pruebas y enigmas, poniendo a prueba la inteligencia y el trabajo en equipo de nuestro alumnado, creándose así una experiencia única que los transportaba a un mundo de terror y fantasía.

Porque no podemos olvidar que todo comenzó con manualidades, risas y bailes y terminó siendo una verdadera película terrorífica.

¡Fue un día inolvidable, de risas, sustos y diversión para todos y todas!